martes, 1 de mayo de 2012

EL TLC ENTRE COLOMBIA Y ESTADOS UNIDOS




El Acuerdo de Promoción Comercial entre Estados Unidos y Colombia (en inglés Colombia Trade Promotion Agreement (TPA)), es un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos. Aprobado el 10 de octubre del 2011 por el congreso de los Estados Unidos, este tiene diferentes fines que en cierta forma, favorecen a los dos países.
El diario El Tiempo aseguraba que se debían llevar a cabo serias reformas para que este tratado sea aceptado por el congreso de Estados Unidos.1 En diciembre de 2007 las compañías más importantes de Estados Unidos (entre ellas Microsoft, Coca Cola, General Motors y Wal-Mart) enviaron cartas al Congreso de ese país pidiendo la aprobación del presente tratado.2
Desde abril de 2008 la votación para su aprobación quedó aplazada después de que el expresidente George Bush enviara el tratado de manera intempestiva para su aprobación, lo que fue considerado como una presión indebida por parte del Partido Demócrata en cabeza de la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi.3
Durante la campaña presidencial del 2008 en Estados Unidos el tema del tratado salió a relucir en algunas ocasiones. El entonces candidato por el Partido Republicano de los Estados Unidos John McCain manifestó en un debate televisado su respaldo, mientras el entonces candidato por el Partido Demócrata de los Estados Unidos el Presidente Barack Obama manifestó que no le parece conveniente mientras en Colombia persistan las violaciones a los derechos humanos de los sindicalistas. [cita requerida] El 21 de octubre de 2008, el Asesor para Asuntos Hemisféricos de la campaña demócrata, Dan Restrepo, manifestó que Obama comprende la importancia de Colombia para Estados Unidos y que eventualmente podría revaluar la conveniencia del tratado.4

Aprobación

Debido a la política comercial del país por la cual el Gobierno Nacional se propone trabajar en la inserción de Colombia en el entorno internacional, con relaciones bilaterales que promoverán los intereses económicos y comerciales, buscando incentivar la inversión. El caso particular de Estados Unidos, el Plan Nacional de Desarrollo establece que se debe avanzar en el aprovechamiento de las preferencias unilaterales y que se harán esfuerzos dirigidos a consolidar un acuerdo de libre comercio con dicho país, por lo cual no es extraño el curso que el tratado tomo en el congreso.[1] En un inicio el tratado fue aprobado en el Congreso colombiano con la negativa de las bancadas de la oposición de la izquierda y centro izquierda, en los partidos del Polo Democrático Alternativo y Partido Liberal Colombiano, pero más tarde el principal opositor de este proyecto sería el Congreso de Estados Unidos que no lo aprobó después de que el Partido Demócrata alcanzara las mayorías en el congreso de ese país y cambiaran las posturas frente a las políticas del gobierno Bush. A pesar de las negativas y del deterioro de las relaciones entre el Gobierno de Colombia y el congreso de Estados Unidos, el entonces presidente no cesó en su empeño por la aprobación del TLC. A esto se suma la presión que sobre los demócratas ejercen los sindicatos estadounidenses que no ven con buenos ojos los TLC. Durante la administración del presidente Barack Obama El Congreso de los Estados Unidos aprobó el tratado de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos el 12 de octubre de 2011. En el caso de la Cámara de Representantes, el acuerdo pasó con 262 votos a favor y 167 en contra. De ellos 31 fueron demócratas y 231 republicanos. En el Senado el resultado fue 66 votos a favor y 33 en contra.5

Historia

El 27 de febrero de 2006 se finiquitó este Tratado entre Colombia y Estados Unidos, después de 21 meses, 15 rondas y 100 reuniones entre las partes.6 De parte de ambos gobiernos el tratado ya fue aprobado. En cuanto a su trámite legislativo, para entrar en vigencia con rigor legal, debió surtirse su ratificación por parte de los congresos de Estados Unidos y Colombia. El Congreso Colombiano ratificó el TLC, mediante ley 1143 del 4 de julio de 2007 y la Corte Constitucional, lo declaró ajustado a la constitución, el 24 de julio de 2008, por medio de la sentencia C-750 de 2008.
Por su parte, en Estados Unidos, al final del mes de agosto de 2006 el presidente George W. Bush entregó al Congreso de los Estados Unidos el texto final del acuerdo, para su discusión y aprobación.
Finalmente, el tratado entre Colombia y Estados Unidos, fue aprobado por el Congreso Norteamericano, el 12 de octubre de 2011, el cual entra en un proceso de traducción técnica y modificaciones correspondientes a la aplicabilidad, proceso que durará entre 6 meses a un año.
La demora en la aprobación definitiva del TLC Colombia-USA, por parte de los congresos de ambos países, puso en aprietos a los exportadores que disfrutan de los beneficios arancelarios de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y de Erradicación de Drogas (ATPDEA).7

Efectos positivos

Los partidarios del Tratado consideran que tiene los siguientes efectos favorables:
  • Un acceso sin aranceles a los Estados Unidos para casi el 100 por ciento de la oferta industrial colombiana exportable, lo cual debe no solo mantener el empleo actual en el sector sino generar nuevas plazas.[2]
  • La generación de estabilidad jurídica para los inversionistas y el posicionamiento como una plataforma de entrada a los EEUU para los empresarios de terceros países (lo cual se debe traducir en mayor inversión nacional y extranjera en la nación, aunque en un monto difícil de cuantificar con exactitud).[3]
  • El aporte de algunos puntos porcentuales al crecimiento económico: la cifra de este aporte también permanece sin consenso.[4]
  • La mejora de la percepción internacional que se tiene de Colombia en el exterior lo cual debe "reducir en algo el riesgo del país y el costo de endeudarse en el exterior".[6]
  • El acceso (en una proporción difícil de precisar) de las empresas colombianas a las compras del sector público estadounidense.[7]
  • El fortalecimiento de los controles a la biopiratería, lo cual debe mejorar la protección de la biodiversidad colombiana y demás conocimientos tradicionales.
  • El acceso a capacitación, asistencia técnica y transferencia de tecnología, en unos cuantos ámbitos, en el marco de los proyectos de cooperación internacional pactados en el TLC (esto debe hacer a las empresas beneficiadas más competitivas y productivas).[8]
  • El facilitar (en alguna medida) el acceso de algunos de profesionales colombianos a los Estados Unidos con el fin de prestar servicios.
  • Además, aún se tendría tiempo de inclinar aún más la balanza al favor de Colombia alcanzando objetivos como la homologación de títulos colombianos en los Estados Unidos, el pactar normas de origen aún más flexibles para exportadores colombianos, el ampliar el monto total del fondo de capital de riesgo que se va a crear, y (tal vez la más importante de todas) la creación de un comité bilateral permanente con carácter decisorio que brindaría un acceso real a exportaciones colombianas agrícolas, de forma que Colombia podría explotar intensivamente sus ventajas comparativas sostenibles en el tiempo, que irriguen empleo y riqueza en toda la nación colombiana.[9]
el tratado fue aprodo y entrata en vigencia en Junio del 2012 entre los 2 paises, despues de la reunión hecha en Cartagena de la 6 Cumbre de las américas

Efectos negativos

Los que están en contra del TLC argumentan en general que en el balance neto Colombia seguiría obteniendo una mínima ganancia, muy lejos de la que se esperaba al iniciar este proceso.[10]

Críticas de generales

  • 'Distribución desigual de ventajas del TLCc: El gobierno asumió oficialmente que hay ganadores y afectados cuando este tratado entraría en el vigor. Diferentes sindicatos han expresado su rechazo a ese acuerdo al considerarlo perjudicial para la economía nacional, principalmente en los aspectos agrícolas y de propiedad intelectual.8 Sectores perjudicados son el arroz, el trigo, el maíz, el azúcar, la avicultura, la ganadería vacuna y la porcicultura. Van a resultar afectados, no porque desaparezcan, sino porque ahora van a tener que ganar menos, trabajar más y competir más. En todo caso, habrá unos cambios estructurales muy grandes si el TLC entrara en vigor. Los sectores más tocados por estos cambios serán: el sector agropecuario, el sector de la salud pública (se afecta el acceso a la salud por el acápite del mismo en el que los monopolios farmacéuticos norteamericanos “lograron subir los estándares de protección de su sector, por encima de los parámetros de la OMC...Eso se reflejará en menor competencia, mayor monopolio y, por ende, el incremento de los precios al consumidor”9 ), el sector industrial (por la entrada de productos remanufacturados que competirían con los productores nacionales a muy bajos costos).
  • Falta de consulta popular (que sería imprescindible en un asunto tan importante). Las disputas alrededor del TLC son incrementadas por la ausencia de una consulta popular al respecto. Hasta ahora, diferentes gremios, sindicatos y ciudadanos comunes han expresado su rechazo a ese acuerdo al considerarlo perjudicial para la economía nacional, principalmente en los aspectos agrícolas y de propiedad intelectual.8 Otros sectores económicos resultan claramente beneficiados, como las confecciones, las flores, los plásticos y los artículos de cuero. Frente a estas amplias divergencias, una consulta popular podría ser útil.
  • Falta de evidencia empírica de la utilidad de tratados similares: De seis países que firmaron recientemente tratados similares (Israel, Canadá y México, Australia, Chile, Singapur y CAFTA-RD), en tres de ellos aumentó la participación en las importaciones desde los EEUU, en uno más el efecto fue neutro y en dos más se ha reducido la participación en las mismas. Es evidente de que la "competitividad" de países como los del Sudeste Asiático se sustenta en los salarios bajos de sus trabajadores.
  • La posibilidad de comprar varios tipos de seguros a compañías norteamericanas se podría convertir en un problema para las instituciones financieras y compañías del sector y en un factor de inestabilidad para Colombia.[11]
  • Por el lado de los ingresos tributarios aún no se tiene claridad sobre lo que podría suceder. (El Departamento Nacional de Planeación de Colombia estima que con la disminución de los aranceles el fisco nacional tendría una perdida de 600 millones de dólares lo cual parecería a todas luces negativo dada la actual situación de déficit fiscal colombiano, pero otras instituciones estiman que lo que se perdería por concepto arancelario se recuperaría vía IVA e impuesto de renta –sin necesidad de aumentar la tasa impositiva - como producto de un mayor dinamismo en la economía, un creciente intercambio comercial y unas mayores tasas de crecimiento.[http:/

Citas

  • Entrevistado por la BBC,Jorge Enrique Robledo, senador del opositor Polo Democrático Alternativo, quien ha pronosticado ocho de las últimas dos crisis, considera que el TLC "es un acuerdo de mula y jinete", que generará más pobreza y con el cual solo ganan los Estados Unidos. Entre otras cosas, él dijo: "Para vender un par de zapatos en Nueva York hay que derrotar nada menos que a la supereconomía exportadora china." Jorge Robledo, senador de la oposición.10
  • Por su parte, Javier Díaz, presidente de la Asociación Colombiana de Comercio Exterior (Analdex), cree que, en términos generales, "el país gana con el TLC, porque tiene un contrato de estabilidad en las reglas del juego con su principal socio comercial".10

Enlaces externos

Textos oficiales del tratado

Críticas del tratado

Otros enlaces

Referencias

http://www.facebook.com/rafaelmoralesamar

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